Fisura anal

La fisura anal es una úlcera en el epitelio escamoso del ano, localizada exactamente en la porción más distal de la unión mucocutánea. Se localiza generalmente en la línea media posterior. Es una de las causas más frecuentes de dolor anal tanto en varones como en mujeres, resultando una enfermedad muy incapacitante de alta incidencia en la población. Su mecanismo etiopatogénico es multifactorial y se basa principalmente en una hipertonía anal asociada a alteraciones manométricas indicadoras de «hiperexcitabilidad» del aparato esfinteriano anal.

Los pacientes presentan clínica de dolor anal intenso, crónico, asociado con la defecación, aunque persiste tras la misma. El paciente suele referir sangrado no muy llamativo, generalmente relacionado con la defecación. No es común la fiebre, ni supuración perianal, ni la aparición de una tumoración o “bulto” anal o perianal.

La exploración es a veces imposible por dolor. Debe realizarse en posición de Sims, con una simple separación de los glúteos, instando al paciente a que haga un esfuerzo defecatorio. Esto, con una ligera palpación perianal, permite muchas veces: visualizar la fisura, valorar la hipertonía e identificar hemorroides centinela, papilas hipertróficas… 

Un porcentaje importante de las fisuras cicatrizará con tratamiento conservador que consiste en:

  • Ingesta abundante de líquidos.
  • Ablandadores del bolo fecal y parafinas.
  • Analgésicos tópicos.
  • Suplementos de Salvado.
  • Baños de asiento agua templada.
  • Tratamiento farmacológico (Gliceril trinitrato, Bloqueadores de los canales de Ca++ -Diltiazen-, toxina botulínica).

Cuando el paciente no mejora con las medidas conservadoras, hay que recurrir al tratamiento quirúrgico. La Esfinterotomía Lateral Interna cicatriza la mayoría de las fisuras, con menor recurrencia que el tratamiento médico. Debe ser reservada para aquellos pacientes en los que falla el tratamiento médico. No existen diferencias si se realiza cierre de la incisión y se puede hacer como cirugía ambulatoria.